Por Ariadna Armas de NotiPress
Desde 1999, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) declaró el 25 de noviembre como el Día Internacional para la Erradicación de la Violencia contra las Mujeres. Sin embargo, la fecha se conmemora en Latinoamérica desde 1981 para honrar la muerte de las hermanas Mirabal, conocidas como las mariposas Minerva, María Teresa y Patria, las mujeres opositoras al gobierno del dictador Rafael Leónidas Trujillo y asesinadas por orden del entonces mandatario.
En la actualidad y con las cifras todavía altas en violencia contra las mujeres, la fecha evolucionó para conmemorar el día 25 de cada mes. El Día Naranja se fomenta en todo el mundo como parte de la Campaña Naranja ÚNETE, iniciada por el secretario general de la ONU en 2008 con la finalidad de hacer consciencia y prevención en los actos violentos contras las niñas y mujeres de todas las edades a las que están sujetas todos los días.
La iniciativa también fomenta acciones concretas por parte de los gobiernos para darle fin a la cultura de violencia que aún permea en la sociedad. Asimismo, también representa el deseo por un futuro libre de violencia contra las niñas y mujeres.
Para entender la importancia del Día Naranja, basta con revisar las cifras. Según la CEPAL, 64 mil mujeres y niñas son asesinadas en el mundo cada año. En este sentido, Latinoamérica y el Caribe cuentan con 14 de los 25 países con mayor registro de feminicidios. En México, nueve mujeres son asesinadas al día según datos de el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI). De acuerdo con reportes de ONU Mujeres México, 43.9 por ciento de las habitantes han sufrido agresiones de sus parejas actuales o de la última relación y el 53.1 por ciento ha sido víctima de violencia de individuos fuera de la pareja. Para el 70% de las mujeres en todo el mundo la trata de personas, el acoso, la violencia sexual, económica, psicológica y la mutilación son sólo algunas de las violaciones a los derechos humanos a los que se enfrentan todos los días.
Algunas de las violencias que más afectan a las mujeres son la familiar, hostigamiento sexual, docente, institucional, feminicidios, acoso sexual, violencia laboral y violencia en la comunidad. Entender la magnitud del problema y sumarse al movimiento recalca la importancia de la lucha social por erradicar por completo la violencia, la discriminación y las faltas a los derechos humanos que viven millones de mujeres en todo el mundo. La meta será entonces construir un futuro habitable para todos.